Carismático y conversador, así lució Diego Torres en el concierto que entregó a los tapatíos en el Auditorio Telmex, al que acudieron alrededor de cuatro mil seguidores del cantautor argentino, quien se ganó al público desde los primeros minutos.
Con un armónico escenario, donde las luces jugaron un papel importante, Diego entregó temas de su más reciente disco titulado Distinto, al igual que algunas composiciones de sus anteriores placas, incluso hubo espacio para un breve homenaje a Michael Jackson, con todo y bailarines.
Esto es lo que soy fue la canción de apertura, para que luego le siguieran canciones como Alguien la vio partir, No alcanzan las flores, Perdidos en la noche y Sé que ya no volverás, no sin que antes el cantautor expresara en numerosas ocasiones su admiración por Guadalajara y su gente.
Uno de los momentos cumbres del conmovedor recital se dio cuando se instaló escenografía que simulaba la sala de un hogar, instante en que Diego recordó a sus padres diciendo: “esta canción es para todos los que se han ido sin razón”, y les dedicó el tema En un segundo, esto mientras una pieza visual mostraba a su familia.
Brindó con el público, recordó su infancia, habló de los migrantes y bromeó en varias ocasiones ante el beneplácito de los asistentes.
La simpleza pero al mismo tiempo la complejidad de sus letras marcaron una velada donde la fe, la vibra positiva y la entrega de Diego dejaron un buen sabor de boca.
Con un armónico escenario, donde las luces jugaron un papel importante, Diego entregó temas de su más reciente disco titulado Distinto, al igual que algunas composiciones de sus anteriores placas, incluso hubo espacio para un breve homenaje a Michael Jackson, con todo y bailarines.
Esto es lo que soy fue la canción de apertura, para que luego le siguieran canciones como Alguien la vio partir, No alcanzan las flores, Perdidos en la noche y Sé que ya no volverás, no sin que antes el cantautor expresara en numerosas ocasiones su admiración por Guadalajara y su gente.
Uno de los momentos cumbres del conmovedor recital se dio cuando se instaló escenografía que simulaba la sala de un hogar, instante en que Diego recordó a sus padres diciendo: “esta canción es para todos los que se han ido sin razón”, y les dedicó el tema En un segundo, esto mientras una pieza visual mostraba a su familia.
Brindó con el público, recordó su infancia, habló de los migrantes y bromeó en varias ocasiones ante el beneplácito de los asistentes.
La simpleza pero al mismo tiempo la complejidad de sus letras marcaron una velada donde la fe, la vibra positiva y la entrega de Diego dejaron un buen sabor de boca.
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