Con su disco Gloria aún caliente tras sacarlo del horno hace apenas unos meses, la mexicana Gloria Trevi se halla inmersa en los primeros compases de una ambiciosa gira de presentación, que la llevará hasta diciembre por su país y EE.UU.
“Cada espectáculo tiene que ser catártico para el público”, afirmó en entrevista la cantante regia con ojos casi extasiados y su habitual poder de seducción encendido.
Por primera vez en sus más de veinte años de carrera, se conduce con una espectacular melena rubia que hace más letal su esculpida figura. En los cerca de cuarenta conciertos que ofrecerá –la agenda aún no está cerrada–, quiere “alocar al público”.
El tour comenzó la semana pasada en las norteñas ciudades de Durango y Torreón, y entre otras plazas visitará Ensenada, Guadalajara, Cancún, Oaxaca, Nuevo Laredo, Cuernavaca, Veracruz, Acapulco y por supuesto el Distrito Federal, en cuyo Auditorio Nacional ofrecerá un show el 14 de octubre.
Gloria visitará también diversos puntos en Estados Unidos y Puerto Rico. Antes de explotar en las tablas, y aunque esté de sobra curtida en lid, ya sea enfrente a una audiencia entregada o a un público frío, le invade el “pánico escénico”, confesó. “A mí no me pagan por salir a cantar, porque eso lo gozo, lo disfruto, a mí me pagan por los cinco minutos antes de salir al escenario”, reveló.
El álbum Gloria, lanzado en marzo, contiene un tema cantado junto a Paulina Rubio. Su trabajo anterior, Una rosa blu (2007), vendió cerca de medio millón de copias en el mundo.
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