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Concierto de Año Nuevo con la Filarmónica de Viena

El celebérrimo Concierto de Año Nuevo de la Orquesta Filarmónica de Viena estará dirigido, después de muchos años, por un austriaco: Franz Welser-Möst. Es, además, uno de los más jóvenes -49 años- que hayan dirigido éste que es el concierto con mayor audiencia del mundo. Es, también, uno de los directores más criticados de toda la historia reciente de la interpretación musical.

Su rocambolesca historia comienza cuando, con 26 años, es adoptado literalmente por un barón multimillonario de Liechtenstein –con cuya ex-esposa, además, acabó casándose (qué cosas más raras)- y éste le compra, también literalmente, la titularidad de la Orquesta Filarmónica de Londres unos años después. Es de suponer que los millones del barón tendrían algo que ver en el hecho de que, por entonces, empezara a grabar discos con el sello EMI y entrara en la nómina de la agencia musical más potente del mundo, IMG, a la que sigue perteneciendo. Con ese comienzo profesional, esa discográfica y esa agencia detrás, haría carrera musical hasta la mismísima Belén Esteban, cuanto más un chico bien parecido, con la nariz en su sitio y una excelente formación musical que, también a golpe de talonario, le había pagado el barón antes de adoptarle. Así, después de Londres –donde la totalidad de la crítica y la mayoría del público ponían de hoja de perejil británico todas y cada una de sus interpretaciones, sistemáticamente-, el hijo putativo del barón voló a Cleveland (EE.UU.), al frente de cuya orquesta ha sido mucho mejor acogido, porque al público americano un director joven, espigado y, sobre todo, europeo nunca le parece mal, por más putativo que sea. También estuvo ocho años al frente de la prestigiosa Ópera de Zurich, donde no lo hizo nada mal, pero de donde se fue dos años antes del final de su contrato.

Ahora recala en la Ópera Estatal de Viena, una auténtica casa de locos que lleva años sin querer tener un director musical fijo y Dios sabrá por qué, ahora que se deciden a tener uno, es precisamente Welser-Möst. Ser director musical de la Staatsoper implica serlo también de su orquesta: la Filarmónica de Viena, que es, precisamente, la que protagoniza todos los años el famosísimo Concierto de Año Nuevo; y de ahí que, precisamente, sea el hijo putativo del barón quien lo dirija. Estaremos pendientes de su subida al podio de la Sala Dorada de la Musikverein vienesa, adornada como todos los años con flores regaladas por la ciudad de San Remo, para ver qué tal lo hace.

Inteligentemente, don Franz ha escogido un programa de obras nada frecuentes: ninguno de los grandes valses de Strauss –“Danubio Azul”, “Emperador”, “Voces de Primavera”...- estará presente en el programa, para evitar comparaciones odiosas con, por ejemplo, el veteranísimo George Prêtre que lo dirigió el año pasado. Piezas vistosas y simpáticas de la familia Strauss, pero también de Lanner, Hellmesberger y, además, una especial mención al húngaro Franz Liszt, el bicentenario de cuyo nacimiento se celebra en 2011 y que estará presente en el Concierto de Año Nuevo con su diabólico “Vals Mephisto nº1”.

NOVEDADES DISCOGRÁFICAS
Para esta época navideña, recomendamos una caja de 10 discos titulada “A Bach Christmas” que acaba de lanzar al mercado el sello económico Brilliant con casi todas las obras navideñas del genial barroco alemán Johann Sebastian Bach: por supuesto, el Oratorio de Navidad ( con el conjunto I Barocchisti dirigido por Diego Fasolis), un disco de obras para órgano sobre motivos navideños tocado por el magnífico Hans Fagius y siete cedés con 17 cantatas de Navidad en las interpretaciones modestitas pero entrañables del Netherlands Bach Collegium.

En la misma línea navideña –o, mejor, navideñoña- recomendamos una novedad del sello, también económico, Naxos titulada “Lullabies and Carols for Christmas” (“Nanas y villancicos para Navidad”) que recoge canciones navideñas y cantos de cuna al Niño Jesús de Inglaterra, Irlanda, Francia, Alemania... interpretadas por la delicada soprano Monica Whicher, acompañada al arpa por Judy Loman, que interpreta también algunas piezas a solo de Tournier, Britten y Salzèdo.

Lanzado al mercado hace un par de meses y presentado aquí mismo en su momento, recordamos también un producto muy interesante para estas fechas: un triple compacto del sello EMI con antiguas grabaciones de valses y polkas de Johann Strauss II que realizara en los años 70 el gran especialista en vals vienés que fue el violinista y director Willy Boskowsky al frente de la Orquesta Strauss de Viena. El álbum –titulado “A ritmo de Vals” es en realidad un librillo de 46 páginas en tapa dura donde se explican las 35 piezas musicales una a una, y en el que se incluyen artículos sobre Strauss -el rey del vals- y los intérpretes.
En realidad en 1939 el propio Clemens había realizado ya un primer concierto de las mismas características, pero sólo en el día de San Silvestre, en lo que fue ya un primer paso que a partir del 41 continuó todos los años hasta hoy. Clemens lo dirigió desde entonces hasta el 54, salvo en 1946 y 1947, que tuvo que ser sustituido por Josef Krips (1902-1974), mientras era investigado por su posible colaboración con el nazismo.

Ambos directores eran vieneses y perfectos conocedores de la ciudad y de la tradición musical del mundo de los Strauss, como también lo era Willy Boskovsky (1909-1991), el sucesor en la dirección del concierto tras la muerte de Clemens. Boskovsky fue el concertino de la Filarmónica desde 1936 hasta su jubilación en 1979, y dirigió el concierto de Año Nuevo desde 1954 hasta 1979, por cierto con el estilo del Vorgeiger que era característico del propio Strauss cuando dirigía en sus conciertos, es decir, al frente de la orquesta pero con su violín en la mano.

Tras él una gran estrella internacional de la dirección, Lorin Maazel, estuvo en el podio entre 1980 y 1986, y a partir de 1987 con la realidad de que el concierto se había transformado ya en un evento comercial imparable, dejó de haber un director fijo para cambiar cada año con distintas figuras de renombre, que han ido teniendo más o menos gracia a la hora de enfrentarse al reto.

En esta ocasión el elegido es Franz Welser-Möst, quizás no tan conocido como otros grandes nombres, pero del que subrayan con mucho entusiasmo desde la Filarmónica que es el quinto director austríaco (aunque no vienés) que dirige el concierto a lo largo de su historia.
Emisión en más de 70 países

En 1959 la televisión pública de Austria emitía por primera vez el concierto, que a través de la Unión Europea de Radiotelevisión lleva en la actualidad la música desde el Musikverein de Viena al público de más de 70 países.

Televisión Española lo emitió por primera vez en directo en el año 1964, pero recordemos que hasta el 2000 sólo se ofrecía la segunda parte del concierto, que en la radio sí se podía escuchar entero. Ahora podemos seguirlo de forma íntegra por radio y televisión, que desde el año pasado inició la transmisión en HD.

Así este 2011 TVE lo ofrece ya por primera vez en Alta Definición, en una edición donde por cierto España va a tener protagonismo especial gracias a tres obras escogidas que representan la fascinación que nuestro país y su música ejercieron sobre los Strauss y sus contemporáneos.

También se recordará el bicentenario del nacimiento del húngaro Franz Liszt, ya que cada edición busca tener elementos propios que la distingan dentro de esa tradición repetitiva que a la vez sigue escrupulosamente.

Este año, la realización de este gran acontecimiento televisivo corre a cargo de Brian Large, con un guión y una planificación igualmente estudiada y ensayada al máximo.

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