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Buenos aires de concierto

No se confunda por el título. No vamos a hablar de los multitudinarios conciertos de trova, rock, o música electrónica que sacuden la capital argentina varias veces al año. En esta nota trataremos de acercarnos al universo rítmico de un grupo que se ha convertido en referencia obligada dentro del joven espíritu del jazz cubano. Y lo ha hecho con el ejercicio creativo de un estilo decididamente renovador, con el que ha dado a luz obras marcadas sobre todo por la experimentación y la innovación conceptual.

Se trata de la agrupación Aire de Concierto, ensamble que ha mostrado una temprana vocación por patentar una arquitectura sonora que toma como base de operaciones el trabajo con los clarinetes. Una labor que la ha llevado a colocarse en la primera división de las nuevas generaciones de músicos de la Isla, bien por su capacidad para fusionar las texturas de la tradición rítmica cubana con los ambientes contemporáneos del jazz, o bien por el rendimiento que le saca a los recursos musicales de su singular propuesta artística.

Integrada por Janio Abreu Morcate, Joel Lafont Castillo, Miguel E. Veliz Fonseca, Ernesto J. Delgado Fernández, la banda afronta en cada nuevo proyecto el riesgo de probar novedosos caminos musicales, y demuestra que posee la sabiduría de aprender de los maestros del jazz cubano. Lo anterior quedó demostrado nuevamente en el concierto que acaba de ofrecer en el teatro del Museo Nacional de Bellas Artes para presentar su primer fonograma Con clarinete, en el que tuvieron como invitadas a la soprano Milagros de los Ángeles y a la cantante Sory.

El álbum, editado por la disquera Bis Music, lleva a un punto mayor la línea creativa sustentada por los integrantes del grupo, que se entregan en su ejecución con la fuerza de un corredor de fondo, y se divierten en cada concierto como si vivieran en una película de los hermanos Marx, lo que se puso de manifiesto en el resultado final del fonograma: una música emotiva y lúcida que marca pautas en el quehacer de los jóvenes jazzistas del patio, y en la que resalta la originalidad y la independencia de espíritu de sus hacedores, cuya técnica ha progresado a velocidad de vértigo desde que obtuvieron el premio Jo-jazz en el 2008.

Cuentan los que saben que no hay mayor satisfacción para un músico, una banda o un escritor que ver su primera obra publicada. Tal certidumbre pudo comprobarla el público que vio cómo la alineación defendió con todo su primer material fonográfico. Lo hizo en un concierto que transitó por momentos dotados de suficiente sentimiento para adueñarse de la vida de los espectadores tras la apertura con Tumbao con Moña, una obra que comenzó a dar cuerpo y voz propia a la actuación de la banda que supo cubrir con éxito un amplio rango estilístico, que va desde la contradanza, el danzón, el changüí, hasta el cha cha chà. Si bien Aire de Concierto funciona como un organismo sonoro de altos kilates, donde cada músico cuenta y vale la pena seguir de cerca, en la interpretación de temas como Travesía o Clari que Changüí revalidaron sus méritos especialmente el clarinetista y saxofonista Janio Abreu, líder de la agrupación, y el baterista Ernesto J. Delgado, que aprovecharon la libertad de improvisación del género para encender el escenario en un par de ocasiones.

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